¿Dónde está la línea que separa la realidad de la imaginación? ¿Por qué cuándo alguien cree que le siguen automáticamente es tachado de loco? Delirios de persecución nos demuestra que hay que escuchar más y dejar los prejuicios atrás para evitar males mayores. Utilizando como núcleo una enfermedad mental de manías persecutorias, Alicia Huerta nos presenta un thriller donde galerías de arte y coleccionistas son capaces de hacer cualquier cosa con tal de conseguir una pieza valorada en millones.
En esta historia se nos muestra cómo Marcos intenta superar la pérdida de su mujer e hijo; sin embargo, irá descubriendo que su familia no murió como él creía y que la enfermedad de Claudia, su esposa, esconde demasiados secretos. Junto a María, una amiga que conoce en un viaje, se verán enredados en una trama de robos de obras de arte, asesinatos, persecuciones, secuestros y angustia en la que tendrán que averiguar la verdad.
La obra está dividida en catorce capítulos en los que la autora intercala escenas del pasado con las del presente; de esta forma conocemos a Claudia, cómo diagnosticaron su enfermedad y cómo murió junto a su hijo. La historia está narrada en tercera persona, por lo que tenemos un narrador omnisciente que nos descubre la psicología de los personajes y sus pensamientos más profundos. Aun así, en todos los capítulos encontramos diálogos que nos muestran la manera de actuar de los protagonistas.
Delirios de persecución es una novela llena de tensión. Hay que destacar la manera en que la autora, con una forma de escribir sencilla y ligera de leer, es capaz de mantener la intriga hasta el final provocando nerviosismo e incertidumbre en el lector. Sin embargo, es cierto que hay partes de la historia que pueden hacerse algo pesadas hasta que llega la acción.
Creo que este libro es muy recomendable para aquellos a los que les guste la novela de género policíaco y thriller. Teniendo en cuenta que es la primera obra de Alicia Huerta, es de admirar que haya creado una trama tan cuidada que provoque una constante tensión en el lector desde el primer capítulo. Con esta novela se demuestra que los autores noveles también merecen una oportunidad en el mundo de la literatura y que algunos, incluso, escriben de forma equiparable a la de grandes autores reputados.
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