Los años 50 en España

Hoy vengo con una novela de posguerra que, a diferencia de Nada de Carmen Laforet, pertenece a los años cincuenta; una década distinta a la de la inmediata posguerra: Entre visillos.

Carmen Martín Gaite nos trae una novela en la que tenemos, de nuev,o una acción aparentemente nula en la que se nos cuenta la vida de chicas y chicos de una ciudad de provincias con sus amoríos, discusiones, alegrías y reflexiones. Dentro de esta historia encontramos diferentes personajes: por un lado, los que se amoldan a esta sociedad y no se preocupan por nada más; y por otro, los que no quieren vivir en una sociedad tan encorsetada como era aquella época franquista.

Bajo todos los diálogos banales y situaciones cotidianas se esconde una amarga crítica a la sociedad del momento, sobre todo en lo referente al género femenino. La única preocupación que debía tener una mujer era casarse, ser una buena esposa y tener hijos, pero ¿qué pasa con aquellas que no quisieran ser madres, que no quisieran casarse o que quisiesen estudiar y trabajar? A esas mujeres es a las que les da voz Carmen Martín Gaite con esta novela.

La novela está dividida en dieciocho capítulos distribuidos en dos partes. La primera, del capítulo uno al once, es una presentación de todos los personajes y sus inquietudes; la segunda, del doce al dieciocho, trata la evolución que sufren algunos de ellos y nos hace imaginarnos cómo seguiría su vida si fuesen personas reales. En esta segunda parte terminamos de comprender a los personajes, su manera de pensar y lo que realmente buscan en la vida: comodidad, guardar las apariencias, luchar por un futuro mejor, conformarse con lo que les ha tocado…

Al leerla por primera vez me vino una crítica negativa a la cabeza: «no pasa absolutamente nada, parece una novela juvenil en la que solo importa quién sale con quién», pero pensar eso delató que no me había enterado de nada de esta obra. Efectivamente no hay acción en el texto, sino dentro de él, entre líneas. En la frustración de los personajes, en la diferencia que hay entre lo que piensan y lo que hacen, en el dibujo de esa sociedad vacía de inquietudes y llena de sumisión; ahí está la esencia de Entre visillos.

Realmente creo que es un libro perfecto para conocer la mentalidad de los años cincuenta españoles. Es realista, crítica y, como buena novela de posguerra, pícara para evadir la censura y pasar desapercibida a ojos de quien no sabe leer más allá del texto.