¡Hola a todos! Esta semana vengo con un teatro escrito por uno de los mejores autores de España. Además del Romancero gitano y Poeta en Nueva York, publicó una serie de obras de teatro y una de ellas pertenece al movimiento del Surrealismo. Evidentemente, hablo de Federico García Lorca y de su poco conocida obra Así que pasen cinco años.
Esta historia cuenta cómo el Joven va a buscar a su prometida y cómo se da cuenta de lo que realmente quiere en la vida. Una pequeña pieza donde se funden realidad y mundo onírico, llegando a un punto en que el lector no sabe cuándo lo que sucede es verdad o solo un sueño. Intervienen varios personajes y os doy la pista de que, sobre todo, el Maniquí y el Arlequín son algunos de los más importantes y relevantes de la obra.
Tengo que avisar que la primera vez que la lees, no se entiende demasiado. Al principio no sabes qué ocurre y ni siquiera puedes imaginar cómo escenificar tal pieza teatral. De hecho, cuando García Lorca la escribió no se llegó a estrenar, ya que era muy complicada de representar. Lo que más destaca de esta obra es su lirismo; a veces no parece teatro, sino poesía. Tiene diálogos maravillosos, llenos de sensibilidad y reflexión.
Quizá no sea una obra demasiado conocida de Lorca, ya que La casa de Bernarda Alba o Yerma son mucho más famosas, pero es una pieza que merece mucho la pena. Así lo pensaba Camarón, que compuso una canción con uno de los monólogos del Arlequín: La leyenda del tiempo. La verdad es que actualmente sigue siendo una obra que se representa poco y sigue siendo bastante desconocida para el público, pero no hay que olvidar que Federico García Lorca, al igual que muchos de sus compañeros de la Generación del 27, tocó diferentes –ismos de las Vanguardias durante su periodo de creación.
Parece mentira pensar que el autor del Romancero y de Rosita la soltera haya sido capaz de cambiar así de registro y escribir una obra de lo más surrealista, pero sin perder ese lirismo que le caracteriza. Debo decir que no es una pieza fácil, hay que leerla con paciencia y buscando las metáforas y las pistas que indican cuándo un personaje es real, cuándo pertenece al mundo de los sueños y cuáles son sus verdaderas intenciones. Espero haberos generado interés y que descubráis esta faceta del gran García Lorca. Yo me despido ya, un abrazo y, ¡nos leemos pronto!
