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Encontrar tu sitio como autor en un mundo sobresaturado: sueños, algoritmos y mucho café

Ser escritor ya no es solo escribir: visibilidad, comunidad y estrategia para no naufragar en el océano editorial Ser escritor hoy en día es, en parte, seguir escribiendo con la misma pasión de siempre, pero también asumir una verdad algo incómoda: no basta con tener talento. Porque por cada buena historia escrita, hay otras mil esperando ser descubiertas. Todas compiten por la atención de un lector que ya está saturado, distraído o fiel a los grandes nombres.

Sí, la democratización del acceso a la publicación ha traído cosas maravillosas. Cualquiera con una historia que contar puede autopublicarse, compartirla, incluso venderla con éxito. Pero también ha convertido el panorama literario en una jungla. Una donde, a veces, da la sensación de que los focos solo alumbran a los mismos de siempre. Y ahí estás tú, con tu novela, tu poesía, tu ensayo, navegando entre los márgenes, esperando tu momento.

Muchos autores creen que una vez se lanza el libro, ya sea con editorial o autopublicado, lo más difícil está hecho. Pero lo cierto es que lo más duro apenas empieza: destacar. Si no tienes una gran editorial detrás, acceder a eventos como la Feria del Libro y otras ferias importantes en el mundo de la literatura, puede convertirse en una carrera de fondo.

Las oportunidades para firmar ejemplares, entrar en librerías o aparecer en prensa suelen ir ligadas a un sello editorial conocido o a cifras previas de ventas que te avalen. En redes sociales, el algoritmo no entiende de sensibilidad literaria: si no publicas constantemente, si no te muestras, si no generas comunidad, desapareces.

Hoy el autor profesional no solo escribe. También responde mensajes en Instagram, organiza sorteos en Twitter, graba vídeos para TikTok, redacta newsletters, gestiona su web, cuida su branding y, por supuesto, sigue escribiendo. El arte de contar historias ha tenido que aliarse con el marketing digital. Y eso no tiene por qué ser algo malo. Siempre que sepas cómo moverte y cómo posicionarte. Porque si algo está claro es que, cuando no eres visible, no existes.

Una de las claves que muchos escritores pasan por alto es tener su propio espacio online. Las redes sociales están bien, pero son terreno prestado. Un día el algoritmo cambia o una plataforma desaparece (¿alguien recuerda Tuenti?) y todo tu esfuerzo se esfuma. Tener una web propia es tener control. Es poder mostrar tus libros, ofrecer un catálogo ordenado, hablar de tus logros, compartir tu visión del mundo.

Es donde puedes captar suscriptores, anunciar tus próximas presentaciones, incluso vender tu obra directamente. Una web bien estructurada, con un contenido de valor y bien posicionada en Google, puede ser el mejor escaparate para que te descubran nuevos lectores o incluso editoriales. Porque sí, hoy en día también se “pesca” talento a través de Internet.

En mi trabajo como consultora SEO y redactora de contenidos he visto de cerca cómo un autor puede pasar del anonimato digital a tener una presencia fuerte, coherente y profesional. No se trata de “venderte” sin alma, sino de comunicar quién eres, qué escribes y por qué vale la pena leerte. Trabajar el posicionamiento en buscadores no significa dejar de ser escritor para ser comercial, significa ponérselo fácil a quien te busca, o a quien todavía no sabe que te está buscando. Un blog donde hablas de tus procesos creativos, reseñas de tus propias lecturas, entrevistas contigo, artículos que toquen los temas que atraviesan tus libros… todo eso suma. Todo eso da señales a Google y también a tus lectores.

¿Es difícil vivir de escribir? Sí. ¿Es imposible? No. Pero hay que asumir que ser autor hoy es abrazar muchos roles, y que entre teclas, redes, ferias y webs, se construye una carrera de fondo. No se trata de hacer todo a la vez, ni de ser perfecto en cada plataforma. Pero sí de tener una estrategia clara. De entender que escribir es el centro, pero no es el todo. Si necesitas apoyo, si no sabes por dónde empezar con tu web, tu contenido o tu estrategia de visibilidad, hay profesionales que pueden ayudarte (yo misma acompaño a otros autores en este camino). o todo escritor tiene que ser, además, experto en SEO o comunicación digital. Pero sí conviene tener a alguien al lado que entienda ambos mundos.

Hay muchas voces allá fuera, sí. Muchas historias que se escriben a diario. Pero la tuya es única. La clave está en hacer que llegue a quien la está esperando. Aunque aún no lo sepa. Si esa historia tiene raíces fuertes, una buena web, una comunidad real, una estrategia que respalde tu talento, entonces tendrá más posibilidades de florecer en medio del ruido. Escribir es resistir, pero también es adaptarse.